lunes, 24 de octubre de 2011

PSICOLOGISMO.

 Teoría filosófica que cree posible comprender los distintas ámbitos de objetividad (conocimiento, moral, estética, ...) a partir de la comprensión de los mecanismos, procesos o hechos psicológicos que están presentes en nuestra mente cuando experimentamos dichos ámbitos.  El empirismo inglés, particularmente Hume, da explicaciones claramente psicologistas.            
      Aunque esta palabra no se encuentra en los empiristas de esta época, se suele utilizar como título de su característico modo de estudiar y resolver los grandes tema de la filosofía; así por ejemplo, Hume consideró que podremos comprender la totalidad de las cuestiones que desde siempre han preocupado a la filosofía si analizamos la naturaleza humana (que identifica más con la mente que con el compuesto de mente y cuerpo) y descubrimos sus distintos procesos, mecanismos, leyes y estados. Estas ideas las presenta ya Hume en la introducción a su obra fundamental, el “Tratado de la naturaleza humana” al defender la urgencia e importancia del estudio de la naturaleza del hombre para la fundamentación del conocimiento y la comprensión de la experiencia ética, y al sugerir que todos los grandes temas de la vida humana y todas las ciencias tienen una relación directa o indirecta con dicha naturaleza. Particularmente claro es el enfoque psicologista con el que Hume trata dos ámbitos tan importantes como el del conocimiento y el relativo al mundo moral, en donde concluirá en lo que podríamos llamar psicologismo gnoseológico o epistemológico y psicologismo ético. El psicologismo gnoseológico considera que los problemas del conocimiento (el origen, el valor y los límites del conocimiento) se pueden comprender analizando la mente humana en los términos antes dichos (procesos y hechos mentales) con lo que acaba reduciendo la objetividad del conocimiento a meros hábitos e instintos de la mente. La reducción humeana de la causalidad y de nuestras creencias respecto de los acontecimientos futuros a la mera costumbre, a un mero hábito, es una clara consecuencia psicologista. El emotivismo moral de Hume es una forma de psicologismo moral pues cree posible comprender hasta el final la experiencia moral en términos de ciertas respuestas psicológicas que vive un espectador ante la percepción de ciertas acciones y cualidades de las personas (esto es precisamente lo que quiere decir que son los sentimientos el fundamento de la acción moral). No existen las substancias, ni las necesidades estrictas entre las cosas, ni el bien en sí; sólo tenemos percepciones, vínculos o conexiones entre percepciones y disposiciones mentales consecuencia de la experiencia y repetición. El enfoque psicologista típico del pensamiento humeano conduce al subjetivismo, al escepticismo,  al relativismo y a la desvalorización de la razón frente a otras instancias de la subjetividad como los sentimientos y los hábitos.

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