lunes, 17 de octubre de 2011

Argumento Ontológico.


El argumento ontológico para la existencia de Dios es un razonamientoapriorístico que pretende probar la existencia de Dios empleando únicamente la razón; esto es, que se basa únicamente –siguiendo la terminología kantiana– en premisas analíticas, a priori y necesarias para concluir que Dios existe. Dentro del contexto de las religiones abrahámicas, el argumento ontológico fue propuesto por primera vez por el filósofo medieval Avicena (en El Libro de la Curación), aunque el planteamiento más famoso es el de Anselmo de Canterbury en su Proslogion. Filósofos posteriores como Shahab al-Din SuhrawardiRené Descartes (muy conocido por aparecer en su Discurso del Método), o Gottfried Leibniz ofrecieron versiones del argumento, e incluso una versión lógico-modal del mismo fue desarrollada por el lógico y matemático Kurt Gödel[cita requerida].
El argumento ontológico ha sido siempre un muy controvertido tema de la filosofía, no por pretender probar la existencia de Dios, sino por el modo en que lo hace. Muchos filósofos, entre los que se cuentan al-GhazaliAverroesDavid Hume,Immanuel KantBertrand Russell o Gottlob Frege, lo han rechazado frontalmente, sin que necesariamente creyeran que Dios no existe; muchos de sus críticos, de hecho, han sido destacados religiosos (Santo Tomás de AquinoGuillermo de Occam, fray Roger Bacon,...).
En efecto, esta polémica surge del hecho de que el argumento analiza el concepto de Dios y afirma que el propio concepto implica la existencia de Dios: si podemos concebir un Dios, entonces, razona, este debe existir. Así, la principal crítica al argumento suele ser que no ofrece premisa alguna a la demostración más allá de cualidades inherentes a la proposición no demostrada, conduciendo a un argumento circular en el que las premisas se basan en las conclusiones, las cuales a su vez se basan en las premisas, conformando una falacia por petición de principio.
Las principales diferencias entre las distintas versiones del argumento provienen principalmente de los diferentes conceptos de Dios que se toman como punto de partida. Anselmo, por ejemplo, comienza con la noción de Dios como un ser tal que nada mayor puede ser concebido, mientras que Descartes comienza con la noción de Dios como el ser poseedor de todas las perfecciones

No hay comentarios:

Publicar un comentario